17 de diciembre de 2012

Esas ganas de correr

...y también esas ganas de correr y correr hasta quedarme sin aliento, tratando de huir del escalofrío, pero, corro y corro y no escapo de nada y pasa el tiempo y cada vez estoy más seguro de que cometí un gran error...

29 de mayo de 2012

dueles mujer
dueles mucho
dueles en la soledad de esta madrugada
dueles en los cables que ahorcaron mi cuello
dueles en la caminata y el frío
dueles tanto como si hubieras muerto
y trato de morir para matar esa muerte aun no acontecida

20 de mayo de 2012

me descontroló tu presencia
me solto el veneno el licor en las venas
disculpa la estupidez en la tarima
ya no quiero mas esta guerra
solo quiero paz

21 de agosto de 2009

Cap. 18 “De la costumbre que la pálida tiene de cambiar de juguete siempre en la misma fase”

Cap. 18

“De la costumbre que la pálida tiene de cambiar de juguete siempre en la misma fase”

Si a pesar de saber todas esas cosas él seguía insistiendo en su sentimiento, es porque era muy tonto o porque estaba realmente enamorado o por la intoxicación de esencias floridas o porque su corazón tenía 5 pedazos menos y estaba mal armado, ¿quien puede decirlo? talvez era por todo eso junto.
Su cerebro idiotizado creía que a pesar de que habían otros que tenían exactamente la misma historia, lo que con él pasó era único, y no tenía ya bases para eso, talvez creía que ya no importaba lo que los demás habían pasado, era cosa del pasado y que por lo tanto él era el presente y solo se vive el presente.
Lo que sí le hacía doler cada unión mal pegada de su corazón menos 5 pedazos y mal armado era el saber que ella andaba con otro y ni siquiera le había dado una respuesta clara de lo que sentía por él, (pues nunca le contestó a su pregunta de sí ella sentía algo por él) que lo había cambiado así nada más, así tan de pronto, cuando parecía que las cosas iban tan bien cuando aquella ocasión parecía llegar, cuando un beso entre los dos era solo cuestión de otro chance a solas, pues se había propuesto, que la próxima no le iba a perdonar. Siempre lamenta el no lanzarse cuando debe y no le sirve de nada, cada vez es lo mismo, con palabras de desprecio se mira al espejo, y se consuela con un “La próxima si”, no tenia que perder ese miércoles... maldita noche de mayo.
Pero ya nunca hubo chance llegó agosto con sus vientos y se llevó las oportunidades además de toda la neblina y ahora hacía sol, el clima anunciaba mejores días, si, para todos menos para el dark, que se sentía con frío en esos soles infernales que hacían, que tenía una tos seca desde hace 8 meses, y que en su pecho contaba con un corazón incompleto y deficientemente reconstruido.
Había ido alejándose de la pálida gradualmente pero aun pasaba con su carro por donde ella vivía, mirando siempre su ventana para ver si acaso de coincidencia se asomaba, para volver a casa cuando terminaba la tarde musitando bajo que no había nadie más que ella. Pero siempre el elegante auto clásico de brillante color oro estaba parqueado a la puerta, él nuevo idiota y estúpido que se había entrometido era conocido para el dark pero si antes no le agradaba ahora si sentía un odio intenso por él, pero a la vez sentía pena porque de seguro que él no se había fijado en el ofensivo graffiti pintado en el muro de la casa de la pálida, para el dark era ahora totalmente claro que ella estaba loca y que jugaba con uno y otro, le constaba, tenía el testimonio de su amigo de la capital, la evidencia muda pero muy expresiva de la pared manchada que obviamente fue escrita por algún patán muy dolido, me imagino que es un tipo un poco alto, flaco de inteligencia escasa, que no ha terminado ni el colegio, de cabellos claros, pecoso, atolondrado, pero detallista pues según le contó la misma pálida al dark, su último pretendiente había hecho lo mejor por ella, fue cuando de sorpresa la llevó a comer en ese restaurante que esta en el ultimo piso del edificio que da al río, y de seguro que fue él quien lo pintó.
El dark empezó a recordar que cuando él se iba a declarar recién habían pintado la pared con tan clara indicación de pertenecer al inexistentemente ilustre J.U.A.N. y se sintió más victima todavía; ella lo había usado para compensar la reciente pérdida de su canalla juguete, (paredes y murallas son papel de los canallas) seguramente la pálida buscó al dark cuando la victima 19 estaba en la fase de alejamiento, la de odio-amor, es que esa era la costumbre de la cara de muerta, cambiar de juguete siempre en la misma fase, la que atravesaba el dark cuando la pasar mirando con anhelo nostálgico la casa de su amada-odiada observaba al numero 21 parqueado en la puerta de la casa.

Cap.19 “De cómo se resolvió finalmente todo”

Cap.19

“De cómo se resolvió finalmente todo”

¿Y ahora que hacer? Una solución no parecía fácil, pues primeramente ya no se atrevía a preguntar por los sentimientos de la pálida, porque la última vez no le fue tan bien, la hizo llorar, por otro lado ella se andaba de resbalosa con otro tipo, él número 21 ya, en su larga lista de víctimas, y la dignidad no le permite a un hombre entrometerse cuando ha sido desplazado, pero en cambio la obstinada forma de ser del dark no le permitía rendirse o talvez seria el amor que se transformaba en insistencia.
Así que planeó lo que sería su última jugada. Como no se atrevía a hablarle personalmente; le escribió una carta bastante directa, como era la oscura costumbre de ser del pobre y sufrido dark, ¿se debe llamar oscuridad a ser extremadamente sincero? Tal vez pues la hipocresía tiende a ser una actitud light, en fin transcribo la carta para que vean los sentimientos desesperados desbordarse en la sinceridad de sus palabras escritas

“Escribo en vez de hablarte porque contigo no se puede hablar de esto sin que llores y no quiero sentirme más culpable por tu llanto, pero hay tantas cosas que preguntar y tantas cosas que decir y pienso que un papel lo puede decir mejor pues a él no lo interrumpirás a menos que lo arrugues y lo tires, pero por favor no lo hagas, primero léelo
Yo pregunto ¿Cual es el objetivo de esta falta de constancia? ¿enloquecerme, alejarme? ¿o amarrarme sin salida y sin sentido a tu lado?, unos días soy “el que te apoya, el más especial en tu vida” y otros días, de pronto me hieres, tan subliminalmente... es demasiado complicada tu mente, tus erráticos movimientos van tensando un delgado, hilo tan frágil, tan ondulante y deprimente, eres una mujer pero te comportas como niña.
Explícame tu juego amargo, tus crueles misericordias ¿son las migajas que dejas caer para que me alimente debajo de tu mesa?, ¿acaso no sabes que de hambre se muere la gente? si quieres que muera, pégame un tiro, no me envenenes así, lentamente.
No entiendo que tratas de probar, ¿acaso lo que te di no valió? ¿no sirvió para que entiendas cuanto te amo? ¿qué debo hacer para que tus dudas se mueran?
Es difícil todavía saber que esperar de vos, porque tus palabras contradicen los actos, o es tanta tu inocencia que crees que un par de “amigos” pueden estar hasta la madrugada abrazados y tomados de la mano, ( por citar un caso) los “amigos” no sobrepasan la barrera del afecto hasta llegar a los arrumacos más tiernos, es una lección que debes aprender si no quieres que se confundan tus acciones y que tus palabras carezcan de credibilidad, yo no te he obligado a nada, tu actuar ha sido voluntario, ¡no necesitas señalarlo!, es fácil notar eso, vienes y me restriegas (sin decírmelo) en la cara que eres libre y que puedes hacer lo que quieras con quien quieras ,paseando por ahí abrazada en el carro de tu nuevo amiguito por tu obstinada resolución de parecer invulnerable siendo la mas delicada y sensible, si te has dejado llevar por los sentimientos muchas veces ¿tratas de darme la impresión de que eres firme en tus metas? ¡El témpano de hielo en persona entonces!, enfrente eso si, de quien te conviene.
Yo no me trago tus actos teatrales, ejercicios de madurez tan inmaduros, ¡oye no me uses! ¿estas rozando los limites de la amistad para saber lo que es estar cerca de alguien? (no lo creo), me ofende que pienses que soy tan ingenuo, por lo menos seria bueno que sin no me quieres lo demuestres así, pero pareciera que tal no es el caso, tu cuerpo no sabe de actuación como lo cree así tu mente, punto en tu contra, uno a mi favor.
¡Pero perdóname!, todavía me entretengo desvariando en mis ilusas convicciones, viviendo lo que mi mente quiere vivir no veo que me estas despreciando dulcemente, (no podía esperarse menos de ti ¡tan tierna que eres!), Quién dijera que lo que haces es desprecio cruel, lo quieres hacer parecer mas, el proceder de una amiga ante la gente, ¿sabes? Al final no te sale ni lo uno ni lo otro, lo que yo entiendo, lo más lógico para mí, que me paso buscándole un sentido a las cosas, es que este, es el proceder de quien esconde y camufla sus sentimientos.”

Era un desesperado intento de lograr respuestas, aunque sabía que después de entregar ese papel cargado de sincero veneno agridulce estaba cortando todas sus esperanzas, esperaba en el fondo que aquella carta le hiciera reaccionar, y que entonces venga su pálido amor y le diga “ahora entiendo que me amas y entiendo que te amo también” pero aquello era una posibilidad entre 14.527.899.907 otras, es decir una imposibilidad. Seguramente lo que ella haría con la carta sería leerla, llorar sobre ella y luego arrugarla indignada y el dark se quedaría sin saber nunca a ciencia cierta porque pasó todo un tiempo sufriendo por alguien que no valía la pena.
Y eso fue exactamente lo que pasó cuando finalmente después de debatirse tres meses decidió dejarle el dicho papelito debajo de la puerta.
Era una soleada mañana de noviembre, otra vez la sequía comenzaba, la temperatura ambiente era de 37,8 grados centígrados pero él se sentía helado, la metió rápidamente sudando frío porque no quería encontrarse con ella.
La pálida llegaba ese momento a la casa y vio lo que el dark hacía, le gritó –¡qué haces!- pero él ya no la oía se dio la vuelta presuroso y paso a través de ella como si fuera de aire.
Finalmente el dark se había apoderado de sus 14 maravillosos sueños yellow conociendo sus 14 más íntimos secretos. Sabía porque lloró, sabia también que ella si sentía algo por él, supo de sus traumas familiares, se enteró que nunca había besado, descubrió que algo sentía por el diecinueveavo, sabía que lo de sus metas con el estudio eran puros cuentos, que no tenía amigas sinceras, que tuvo muchos juguetes antes de él, que había mucha gente que la odiaba, sabía que sus cartas eran siempre iguales, que sus palabras eran menos confiables que sus actos, que le haría lo mismo al nuevo, que estaba loca pues siempre necesitaba de atenciones supremas para sentirse en el cielo era como su droga y por último se dio cuenta que nunca contaba sus secretos a nadie y por eso ella aunque dormía ya no soñaba nada y lentamente eso provocó que se hiciera invisible.
Esa mañana mientras él escondía la carta acabó de transparentarse tal vez por el fuerte sol; el dark creyó que no había nadie viéndole, pero ahí estaba la pálida tan pálida ahora, que era imperceptible su presencia, ni siquiera se le podía oír, solo su aroma intenso estremeció al dark y por eso huyó de allí presuroso.
Su mama si la podía ver pues de nuevo veía las cosas de color café y era como un filtro o como luz ultravioleta, pero nadie más aparte de ella incluso el tipo del brillante auto clásico de color oro, ya nunca más la llevo a pasear porque era como si no existiera, así que finalmente aquella muchachita de rostro cadavérico de labios que no pueden mentir estaba recibiendo su peor castigo, pobre pálida a veces tengo pena de ella, ya nadie le prestaba atención pues como vas a prestarle atención a una mujer invisible, solamente quedaba de ella su olor
A veces ella ansiosa de atenciones iba a visitar al dark y él percibía solo el potente aroma y creía que era el recuerdo y lo ignoraba, incluso ya su tos estaba cediendo, estaba saliendo victorioso de lo peor que le pasó
Todo un año había pasado para que el dark entendiera que debió dejarse llevar por las indecorosas insinuaciones de la chica pink en vez de que su instinto de protección lo traicionara y le hicieran clavarse en serio con aquella que nunca cuenta sus secretos, aquella que juega despiadadamente con uno y con otro, aquella que intoxica con sus aromas, aquella que se cree el centro del universo, aquella que llora para protegerse, aquella que nunca habla sobre sus sentimientos, aquella que ahora ya no existe, aquella que nunca llega.

Fin

13 de agosto de 2009

Cap 16 “De perros y palomas nubes que se comen trozos de un corazón roto”

Cáp. 16

“De perros y palomas nubes que se comen trozos de un corazón roto”

Sabía porque lloró, sabia también que ella si sentía algo, supo de sus traumas familiares, y últimamente se enteró que nunca había besado. Los dos meses que vivió en su casa hicieron que la pálida confiara algo en él y se atreviera a decirle lo de sus vírgenes labios, tal vez para tentarlo o tal vez porque se le escapó, sea como fuere ahora el dark causó que el número de maravillosos sueños yellow que la pálida tenía mermara de 14 a 10, sabía cuatro de sus más profundos secretos y ahora las noches de la pálida se tornaron insoportables, extrañaba ansiosamente los sueños que ya no tenía.
Su pálida y hermosa cara presentaba ojeras y ahora se la veía más pálida todavía, el dark lo notaba porque se sabía de memoria el cadavérico rostro, se lo aprendió pintando las 238 acuarelas, todas en tonos amarillos o mostaza, algunas cafés. Podía dibujarla con los ojos cerrados en un carro en movimiento.
Cada domingo se veían, cada domingo era la misma cosa, una comida, charla ligera, risas, conversaciones de adultos aparentando pasarse bien, él buscando los ojos de su amada, ella escondiéndolos más de lo común.
Ya no llovía en julio, pero después de que las aguas no habían cesado desde noviembre, el terreno estaba tan húmedo que constantemente había un vapor emergiendo del suelo y de las paredes de todas las casas, de los techos, de los árboles, de los perros callejeros y de algunos pájaros; era realmente raro mirar un perro del que suba vapor, los pobres canes callejeros que no tenían donde esconderse todo el tiempo que llovió parecían ahora nubes con patas, inclusive de algunos mendigos, parecían fantasmas rodeados de un vapor espeso, daba un poco de miedo y era peor cuando nubes chiquitas pasaban volando rapidísimo tal vez alguna paloma también secándose rodeada de vapor.
Le gustaba al chico sombrío salir a ver las “nubes” vivientes todavía hacía el mismo recorrido a pie pasando por la tienda de antigüedades donde había cosas tan interesantes y luego al parque y a pasar por la hermosa y estrechísima calle de las palomas, tratando ahora de aclarar sus ideas porque percibía que perdía a la pálida y que debía hacer algo, caminando decidió que no podía perderla, caminando decidió hacer más por conquistarla, y sabía que lo que más ella quería en el mundo era una flor de loto, pero de donde iba a sacar él una de esas cosas, tenía que irse a la india a conseguirla, por eso decidió ahorrar para llevarle en un viaje místico a su anémica amada y que se sienta realizada al comprar en el mercado miles de flores de loto o las que necesitara.
Y en medio de esas sorprendentes ideas (tienes increíbles ideas cuando te enamoras estúpidamente de una chica pálida) la vio con el que sería su nuevo juguete, pasar en un hermoso auto clásico de brillante color oro, ella ni se dio cuenta, no lo vio, y de sus ojos subió vapor azul, se le quebró el corazón en 148 pedazos de 1x2 milímetros cuadrados, porque se notaba que no solo iba en el carro de un amigo, estaban incómodamente abrazados, se notaba que el brazo derecho del nuevo juguete estaba dormido porque casi se apaga el carro cuando no pudo meter segunda y la traicionera pálida tenía el adorable gesto que sus pequeños pero bien formados labios hacían cuando decía que no te quería pero tu no le creías porque la estabas abrazando. Traicionera sí, aunque no estaban oficialmente de novios, con todas las cosas que pasaron en los vertiginosos meses de mayo y junio cualquiera hubiera sentido que existía un compromiso, que eran más que amigos y se sentiría con derecho de reclamar al ver la escenita aquella.
Regresó a la casa totalmente triste, muerto por dentro con la angustia consumiéndole porque la perdía en sus narices y no podía hacer nada. Sus hermanas le preguntaron que le pasaba porque no podía disimular que ya no tenía entero el corazón. Cuando los vio algo crujió en su interior con un sonido como de la leña cuando empieza a quemarse, se regaron los pedazos de su corazón en la calle y no pudo recogerlos todos, apurado compró una fundita negra (para que no se viera que llevaba) en una tienda cercana pero hasta volver para recoger los trocitos un perro-nube tentado por los sangrientos pedazos se comió unos tres y una paloma nube se llevó dos para sus pichones, los mandó pateando pero ya era muy tarde.
-nada- dijo y se fue para su cuarto. La familia entera ahora se preocupó, las chismosas de las hermanas le dijeron a la mamá y al papá que algo le pasaba a su callado hijo. Él estaba encerrado en el cuarto sudando frío, tratando de componer el artefacto corporal roto que traía en la funda, y no abrió la puerta a nadie por 786 minutos, le quedó mal armado pero por lo menos latía.
Pero de que servía que latiera si la razón que había estado haciendo que latiera era ahora una razón que se alejaba y que dolía.

Cap. 17 “De porque no pueden existir los J.U.A.N.”

Cap. 17

“De porque no pueden existir los J.U.A.N.”

Desesperado buscaba quien le ayude, por eso llamó a su amigo en la capital aquel que le había dado ese mal consejo de que no la llamara cuando debía llamarla, la victima 13, a veces uno vuelve a pedir recomendaciones a quien antes le dio un mal consejo ¿por qué seremos tan tontos? En fin, le contó toda la situación con lujo de detalles, cosas que ni siquiera yo sé, le leyó la carta, esa que le dio la pálida, la que esta escrita con una tinta especial en un papel de ositos, que siempre guarda en el último cajón de su escritorio junto con las acuarelas y los poemas que suele escribir. Decía algo así:

“Amigo de las noches de bohemia y de los días claros de nostalgias y alegrías. Solo quería decirte que las tormentas de la vida, o las más pequeñas brisas que me afectan son más soportables cuando te miro sonreír. Tu tienes la habilidad de animar a muchos de corazón quebrantado con tu sonrisa y con tus palabras. A mí me has animado muchas veces en esas ocasiones en que piensas “que el mundo es feo y nadie te quiere” y espero poder darte un poquito de la chispa de mi alegría. Estoy orgullosa de tener un amigo tan joven y maduro. Es lindo verte y hallar en ti un apoyo.
Atentamente bla bla bla”

Esa carta fue también parte del inicio de las cosas resultantes desde que se la dio un 14 de noviembre antes de que él decida conquistarla. Según él en la carta se percibía algo más que amistad, tal vez viéndolo con ojos extraños desde afuera y con calma en verdad lo que hay en esa carta no es nada más que amistad, pero si le sumas lo que pasó después entonces las cosas se complementan y entiendes porque se enamoró. La cosa es que las palabras escritas de ella realmente no te dan alas, de hecho muchas de las cosas que decía tampoco pero las actitudes, las acciones, eso contradecía todo pues se cree más en las acciones que en las palabras.
Le resultó muy familiar al amigo de la capital toda aquella historia cada detalle de las actitudes yellow, hasta la carta se parecía a una que le habían dado a él solo que en vez de decir que la sonrisa era lo que la animaba, a él le escribió que eran sus ojos, y cuando él capitalino le pregunto por el nombre de la chica que era la culpable, todo dio un vuelco, se dieron cuenta de que padecían la misma enfermedad, la victima 13 le contó toda la historia con él y realmente era como si le repitiera lo que el dark le contó, se sintieron impotentes y engañados, usados y dejados como un juguete barato.
Ya él corazón del dark no podía sufrir más, aun así el pedacito 123 se despegó al saber que no era el único, tuvo que ponerse a reparar de nuevo el artefacto corporal.
Después de aquella reveladora conversación algo parecido al odio surgió entre los amigos, todas las victimas de la pálida se terminan odiando entre sí, era porque el 13 todavía le quería, y es que ese era el problema parece que él también fue intoxicado por el floripondio y las rosas porque de vez en cuando al teléfono tosía secamente. Parece contradictorio pues si los dos eran victimas del mismo abuso deberían unirse y apoyarse, algo así como los alcohólicos anónimos pero más bien debería llamarse los “juguetes usados anónimos narcotizados” (J.U.A.N.) mas el odio lo impedía, es por eso que aquella digna institución no puede existir.

4 de agosto de 2009

Cap. 14 “De lo honey y de dos segundos muy trascendentales desperdiciados”

Cap. 14

“De lo honey y de dos segundos muy trascendentales desperdiciados”

A 4 milímetros uno del otro, saltó una chispa de los ojos del dark, la soledad y la romántica situación, las tiernas palabras que el dark solía usar, su voz algo afectada por la tos seca producto del envenenamiento por gases que le producía el floripondio en dosis altísimas, tenían a la pálida derritiéndose por un beso, ese era otro de los secretos que ella guardaba celosamente: nunca había besado, había tenido 19 victimas pero jamás nadie llego a besarla no hubo la oportunidad, pero tenía una curiosidad por saber que es eso que se llama un beso y ahora los labios del dark a 4 milímetros de los labios de ella...
La posición tan incómoda en que estaban abrazados antes de eso se la aguantaron 3 horas 58 minutos y 11 segundos conversando casi sin oír los boleros tan cerca uno del otro como nunca habían estado, y cuando por fin sentían que se les iba a morir el brazo y la pierna respectivamente se movieron para acomodarse y sus caras quedaron tan cerca una de la otra, se cruzaron sus miradas, la pálida no tenía donde esconder los ojos de la potente energía de la vista del dark, él estaba petrificado con las puntas de sus narices a una micra de distancia la una de la otra solo percibiendo un cosquilleo, producto de la electricidad del cuerpo humano, los pensamientos de ambos a 19 millones de revoluciones por segundo, ella cerro los ojos (imaginaba ya el beso), aparte también porque no tenía donde esconder la mirada para que no le de el arco por ver la energía azulada en los ojos enamorados del oscuro amigo.
Él aguantando la respiración, la música de fondo... los viejos boleros “amorcito corazón yo tengo tentación de un beso...” sincronizaron, él sintió pavor de que, de pronto sus padres bajaran a decirles que ya se acuesten y los encuentren en esas y ella en cambio hubiera querido que las hipócritas hermanas le vieran dándose un beso con su protector para que se mueran por último de las iras de ver que él era el esclavo incondicional de ella y que le estaba encadenando.
El dark si había besado antes, tenía algo de experiencia y sabía lo peligroso que puede ser cuando las dos partes no son iguales en porcentaje de amor. Una vez le pasó una estúpida experiencia, él como siempre enamorado de la persona menos indicada una chica “honey” de esas demasiado pegajosas, adictas a los arrumacos, pero que no son como las pink pues no son escandalosas, son espesas y dulces solapadamente tras una apariencia de seriedad y timidez, le dio un beso de miel pero para ella era el momento nada mas que el momento, para el dark fue el cielo, se amarró con hilos de sangre a ella, aun cada vez que un bus pasa se queda mirando para ver si ella no está dentro (pues aquello sucedió en un bus), las marcas hechas por una chica “honey” en un bus a la salida del colegio no desaparecen completamente.
Lo recordó en la revolución 16.356.899 que dio su cerebro, eso le había dolido tanto, no quería que pase otra vez porque ahora sí estaba completamente enfermo y si pasaba un beso para él sería como si un afectado por pulmonía saliera desnudo a acostarse en la nieve: la muerte.
Cada vez que oía la palabrita (beso) sentía escalofríos, es que puede ser algo tan especial y doloroso cuando no se efectúa de la manera sincera...
Y no quería agravar la situación ya de por si difícil ignorando él si de verdad ella sentía algo o si solo quería usarlo como la chica “honey” y conociendo a perfección sus expedientes personales en cuanto a como reaccionó tiempo atrás a un beso falso de un lado, sincero del otro (esos besos que saben agradablemente desabridos) no se lo podía permitir.
En el primer segundo su cerebro le dijo ¡esta es la oportunidad!, pero al siguiente y último segundo reaccionó y se alejó, la pálida esperó en vano esos dos segundos con los ojos cerrados, no sabría esa noche lo que es un beso, el dark se arrepintió de besarla. Pero lo que no sabía es que lo iba a lamentar, lo lamentaría cada maldito segundo de su existencia desde ese miércoles de mayo en adelante, ¿porque era tan inseguro?, ¡malditos traumas sentimentales!¡maldita caballerosidad! lo evitó también por caballero, y yo pregunto¿ un beso se da o se pide? Pensaba él que talvez debería darse una advertencia por lo menos para no ser “ganso”, pero en ese momento era obvio, ya sabían los dos que iba a pasar, hubiera sido bueno que le estampe un “beso mordelón” como dijo la canción que oían ese rato, sin miedo del después, pues “más vale haber ‘ besado’ y perdido, que nunca haber ‘besado’” la noche más oportuna se acabó en ese segundo se dijeron que tenían sueño y se hicieron los sorprendidos de la hora, (bien que sabían ambos que hora era) se despidieron dándose largas para ver si pasaba mismo o que, aun deseando el beso, pero no iba a pasar, estuvieron tonteando un minuto y 52 segundos despidiéndose, finalmente se fueron a dormir cuando eran 4 horas y 3 segundos del jueves.

Cap. 15 “De cómo se unieron más las familias de ambos y de porque se empezó a alejar la pálida”

Cap. 15

“De cómo se unieron más las familias de ambos y de porque se empezó a alejar la pálida”

Y cuando a una mujer se le decepciona de esa manera que puede esperarse, tal vez cuando todo es por la buena no funciona, a la mayoría de mujeres les gustan los bandidos, los hombres con cara de más malos, los infames, los que peor les tratan. Como a la única y original chica “light purple” tan misteriosa y callada, con una sonrisa light, de las que bailan como si de Arabia vinieran, oscura sin ser dark (cerca de serlo), tanto se enamoró de ella que las acuarelas que pintó con su inspiración son de las mejores que ha hecho, claro después de las que pinto por la chica “Fire hair” (la que hizo que el dedo chico de su mano izquierda se paralizara) o las de las que pinto con la chica “olive” y obviamente después de las que pinto con la yellow piensa que las de esta última son las más expresivas y sinceras, de las más maduras que su pincel esbozó.
La única y original chica “light purple” prefirió a un cretino que la engañaba, ella lo sabía, todos se lo decían, ella misma lo había visto, aparte él le gritaba y la trataba como a una cualquiera, pero nada de eso sirvió para que ella quisiera cambiar a su villano por el pobre e inocente dark (él nunca se declaró a ella como era casi dark solo lo supo, no necesitó que él se lo dijera por eso no cuenta en la lista de sus traumas al declararse, tampoco la chica “olive” ella en cambio nunca lo supo, él decidió callarse eso por el bien de los dos.
No entenderé nunca porque, pero así es, las mujeres demasiado mimadas terminan por aburrirse, tal vez suene machista pero a veces hay que tratarlas no tan bien, es una ley de la vida, una mujer que se ve colmada de atenciones caballerosas se aburre, necesitan algo de aventura que les roben un beso por ejemplo.
Cuando el dark no le robó un beso (que en realidad no iba a ser robado porque la pálida prácticamente lo pidió) ella se aburrió ya no le gustó el juguetito y se busco otro como era su costumbre, pero sin dejar del todo al dark hasta conseguir el reemplazo. Pobre dark ahora si que se venían duros días para él.
Mayo pasó tan rápido y tan excitante, cada día juntos todo el tiempo, junio fue aun más agitado, pero la señora pálida se hallaba lista ya para salir del manicomio y aquellos dos meses de convivir en armoniosa e hipnotizante rutina acabaron de golpe.
Se encontraba realmente recuperada, el doctor dijo que bastaba con las medicinas, el dark hubiera querido que no se recupere porque ya se había acostumbrado a la presencia constante del pálido espectro en su cuartel, pero todo lo bueno termina (sí es que aquello fue bueno.
La pálida se fue, dejando en la casa del dark un vacío tan lleno de olores que fue lo más deprimente que le pasó, ahora estaba tan acostumbrado a ella, era como si bailando tu canción favorita en una fiesta se cortara a la mitad y tuvieras que sentarte, así de frustrante. Todo absolutamente todo olía a la niña blanquísima, las chapas de las puertas, los manteles de la cocina, la ducha era una tortura, las sabanas de la cama más grande del cuarto de las hermanas del dark, toda la ropa que él tenía incluidas las corbatas, las alfombras, y hasta el perro, cuando venia el animalillo meneando la cola él creía que ella había vuelto.
Ahora la débil luz azul que se percibía en sus ojos se tornó en una constante lagrima evaporada. Estaba tan entristecido, no se consolaba con nada, pinto 238 acuarelas cada una más triste que otra.
La extrañaba intensamente llamó muchas veces a su casa pero tampoco servia media hora al teléfono, o verla los domingos en las cenas familiares, pues la señora pálida sentía tanto agradecimiento con la familia del dark que los invitaba a la casa cada domingo, se volvieron muy unidos sus parientes por aquello.
La pálida ahora se empezó a alejar, las dos familias muy unidas y los dos cada vez más separados. El dark sufría mucho pensaba todo el tiempo en el segundo en que se arrepintió de besarla y sabía ahora que la estaba perdiendo por ser tan caballeroso.

23 de julio de 2009

Cáp. 12 “De cómo el enemigo entró al cuartel y de advertencias tardías”

Cáp. 12

“De cómo el enemigo entró al cuartel y de advertencias tardías”

Un día recibió una llamada de la pálida, ella estaba demasiado angustiada tenía un grave problema, su mamá de nuevo empezó a ver las cosas de color café, pobre pálida a veces tengo pena de ella, tanto sufrimiento con su familia, no se le ocurrió nadie a quien acudir para que le ayude, en realidad no había nadie que estuviera dispuesto a ayudarla solo el dark estuvo presto, condujo a 113,67 kilómetros por hora para llegar lo más rápido a su casa y ver que podían hacer.
La señora pálida ya no hablaba era un raro trastorno mental el que ella padecía: “sigiloparanoiadaltonítica”, estuvo interna antes un año y medio y parecía que se había curado del todo; no era verdad, tuvo una recaída muy fuerte ese día, la llevaron al manicomio otra vez.
La pálida estaba destrozada, era un montoncito sentado en una silla, con la mirada perdida mientras esperaban a que el psiquiatra diera el diagnostico, -debemos tenerla un par de meses aquí- la pálida no reaccionaba los ojitos miel se le pusieron tan tristes que el doctor al verla tuvo que sentarse y respirar profundamente, tenía una tristeza que cortaba la respiración.
Era mayo, tenía que pasar eso en mayo los mayos siempre son extraños, no sé porque solo pasa.
Tosió secamente por 23 segundos cuando ella al fin reaccionó para preguntar si podía quedarse en su casa hasta que su mamá se recupere, tenía mucho miedo de quedarse sola en esa casa tan grande aparte tampoco podía irse a la capital otra vez con su abuela, ya no se llevaban bien y no podía dejar el colegio.
-eso no lo tienes ni que preguntar- respondió todavía tosiendo un poco
fueron a recoger algunas cosas que ella necesitaba de su casa y luego las llevaron al hogar del dark.
Sus padres recibieron encantada a la blanquísima amiga, pero sus hermanas no. Les molestaba el olor que tenía, además ellas si se daban cuenta de lo yellow que era la amiga de su hermano, no la soportaban, pero tuvieron que ponerse de lo más hipócritas viendo la felicidad radiante en los energéticos ojos del dark, estaban tan refulgentes que de noche se veía una débil luz azul en ellos.
Los papás del dark estaban muy felices con la idea de que su callado hijo tuviera por fin una novia y que tal vez se fuera a casar, estaban exagerando demasiado pues la pálida lo último que quería era casarse, lo de ser la novia del dark tal vez, pero eso ellos no lo sabían.
Sabiendo que era la hija de sus ex vecinos, y sabiendo lo que le pasó a la pobre señora pálida, le trataron como a una reina.
Las hermanas le advirtieron al dark que no se fuera a enamorar de ella, porque su instinto femenino les decía que ella le iba a hacer sufrir, pero la advertencia fue tan fútil como si a alguien enfermo de gripe se le dijera “oye cuidado te resfrías”.
Él estaba perdiendo la guerra tenía al enemigo en su propio cuartel y estaba desarmado, pero era peor de lo que él se imaginaba porque él creía estar conquistándola, mas ella solo los usaba y ya no solo a él sino a toda su familia.

Cáp. 13 “De nidos de víboras y de un abrazo muy incómodo”

Cáp. 13

“De nidos de víboras y de un abrazo muy incómodo”

Tuvieron demasiado tiempo a solas en esos días en que ella estuvo viviendo en casa del dark, le ayudó a hacer todos los deberes del colegio, prácticamente le daba haciendo todo, no porque ella fuera vaga, más bien era por la difícil situación que le tenía como ida, era tan frágil parecía que se iba a romper, la tristeza de sus ojos cortaba la respiración.
Dormía en la misma habitación que sus hermanas y ellas eran entonces las mujeres más hipócritas del mundo pues la trataban bien, incluso le dieron la cama más grande.
A la pálida no le importaba ni un poco la hipocresía de las hermanas del dark pues, entre mujeres la situación es siempre de falsas caras y más falsos cumplidos, entre hombres si te cae mal alguien no estas con cosas te das de puñetes y se resuelve el asunto incluso talvez puedes quedar de amigo luego de la golpiza, entre mujeres se están hasta diciendo cumplidos, las más sutiles:“ ¡Ay que lindo tu labial!” y por dentro “¡¡que color tan cholo!!” Las menos sutiles en cambio se tuercen los ojos o respingan las narices, se quedan mirando a la que les cae mal y se le ríen con cara de “¡pobre esta india, que se creerá!”.
Por eso tuvieron demasiado tiempo a solas cuando ella estuvo viviendo con la familia del dark porque el ambiente en el cuarto de las hermanas era un nido de víboras, y ella entonces se pasaba pegada al dark todo el día, se la pasaban muy divertido a pesar de todo por lo que estaba pasando la pálida, riendo, flirteando, el clavándole la mirada ella bajándola, desayunaban juntos, se quedaban hasta la noche viendo películas, o ella metida en el cuarto de él, solitos, viendo ella como él pintaba hermosas acuarelas (la mayoría retratos de ella).

A veces parecía un poco pink la yellow, hacía escándalo coqueteando con él frente a las hermanas para hacer notar que le valía si no les agradaba su presencia en la casa, pues tenía toda la atención del dark, era su protegida y la de los padres de él, de la mamá incluso como ella fue muy buena amiga de la vecina no le molestaba el olor a flores tan concentrado, ya lo conocía, su vecina olía parecido. La mamá del dark hasta le decía “mijita” y el papá ni se diga, era muy atento con ella, su futura nuera (según él), estaba encantado con esa idea, como era tan linda la “suquita” (por el intenso pálido de su piel tal vez a de ser que así le decía) tan educadita y responsable y por si fuera poco de una familia medio de buen apellido, (como si eso le quitara lo yellow) por eso también no les importaba dejarles solitos, además confiaban en su reservado hijo, él no sería capaz de hacer ninguna majadería.
Una noche más fría que otras, un miércoles, encendieron la chimenea, seguía lloviendo desde noviembre, era mayo, ya por fin no caía cola dulce, pura agua con gas no más, era más soportable el asunto, aunque el río de la ciudad estaba ya por desbordarse, hacía mucho frío, era la noche ideal para prender la chimenea, para calentarse abrazadito con alguien y que tu ropa se quede después oliendo a humo y a perfume.
Toda la familia más la anémica se juntaron a conversar al calor de fuego, escuchando boleros muy viejos, pero después de estar ya un par de horas cuando eran 15 minutos y 47 segundos del jueves las hermanas se fueron a dormir, los padres 12 minutos y 6 segundos después también se retiraron.
La situación era ahora las más ideal posible para el dark y la pálida, la luz tenue e intermitente del fuego, ese calorcito tan rico, el sueño, la hora, la música “en el prendedor de mi corazón...” se abrazaron torpemente casi atraídos por un imán, recelosos a la vez tímidos, pero inevitablemente obligados a hacerlo, quedaron enganchados en una posición tan incómoda que al dark se le durmió el hombro derecho, a ella en cambio la pierna izquierda, pero no querían moverse porque era tan especial aquel abrazo en medio de toda esta situación tan trágica, ella necesitaba urgentemente una dosis de cariño, sentirse segura y querida, y eso al dark le sobraba para darle.

15 de julio de 2009

Cáp. 10 “De cómo le hizo llorar otra vez a ella y de La lagrimita que le subió a él del corazón”

Cáp. 10

“De cómo le hizo llorar otra vez a ella y de La lagrimita que le subió a él del corazón”

Sus grandes e inquisitivos ojos color miel simularon sorpresa, pero era mala fingiendo, de hecho jamás podía mirar por más de un segundo y medio al dark a los ojos, su mirada tenía algo que las mujeres no podían soportar ninguna chica podía mirarlo por mucho tiempo directamente en las pupilas.
Mucha gente dice que los ojos tienen energía y a veces parece que tienen razón por ejemplo cuando a uno lo miran por la espalda de alguna manera uno lo siente o cuando alguien te desprecia no se puede ocultar porque la mirada que te dirige esa persona es como un disparo “te quedó viendo con ojos de pistola”, y los enamorados saben como solo con la mirada conectarse y decirse muchas cosas, mi abuelo contaba que el no podía quedarse viendo a los perritos recién nacidos porque se morían, no es nada de brujería, en realidad el cuerpo humano produce y funciona con descargas eléctricas, así que no seria raro que de los ojos fluyera algún tipo de energía.
En fin su cara de asombro no se la hubiera creído ella misma, cuando fingía sus pequeños pero bien formados labios hacían un gesto tan adorable a la vez que delatador.
- como que enamorado de mí, esto si que es una sorpresa- dijo- yo pensaba que te gustaba esa chica coqueta amiga de tus ñañas- (claro tenía que reclamar eso algún rato)
- esa tipa es muy gansa- respondió el dark un poco sorprendido- y para sus adentros pensó no me cambies de tema, te acabo de confesar algo muy intimo me sales con esas preguntas ahora.
La pálida continuó fingiendo - es que me sorprende, nunca esperaba oír eso de ti- el gesto de sus labios se hizo más adorable.
No respondió a la pregunta que él le había formulado, él quería saber si ella aceptaba ser la rosa amarilla caída de la luna que el cuidaría como si de un tesoro se tratara, la reina y soberana de su pequeño y oscuro universo, (se dicen ese tipo de cosas cursis cuando te enamoras de una chica pálida.
Le dijo ella que le tomaba por sorpresa y que debía pensarlo, todas las mamás del mundo enseñan a sus hijas a decir eso: “déjame pensarlo”, aún si no necesitan pensarlo en verdad, creo que es para cuidar su reputación para que no parezcan desesperadas ni fáciles y para desesperar a los pobres hombres. Exactamente eso consiguió ella con él: desesperarlo, le dijo que la llamara en una semana y a él no le quedó más remedio que obedecer ese mandato.
La lluvia de esa semana fue más gris que la de semanas pasadas, la cola apenas era el 8,34% del agua que caía. Las pesadillas que soñaba eran cada vez menos recordables, es horrible esa sensación de saber que has soñado algo feo pero al despertar no recuerdas que es, solo te quedas inmóvil con los ojos abiertos respirando agitado hasta que te das cuenta que ya amaneció y que aún estas vivo, otro nocivo día en el mundo.
Ella extrañaba cada vez más el sueño catorce, los trece maravillosos sueños yellow que tenía no bastaban, el 14 era el sueño donde le regalaban una flor de loto, era su sueño favorito, ella tomaba aquel regalo y se preparaba una esencia con la cual mantenía preso a su príncipe amarillo quien desde ese entonces vivía exclusivamente para ella, solo para ella, ahora ya no soñaba aquello nunca.
El domingo llegó y el dark no la llamó por teléfono, prefirió hacerla sufrir, aunque sufriera él también, un amigo le aconsejó que no le llame enseguida para que ella vea lo que se siente cuando te hacen esperar.
El mundo es realmente chico, el amigo con quien habló vivía en la capital, fue la victima 13 pero no se lo contó al dark, aunque en los próximos meses las cosas iban a cambiar.
Él la fue a ver el martes en la casa, ella salió con mala cara y de mala gana
- yo pensé que ya no te acordabas de mí- y el no supo que contestar solo tenía ganas de ahorcarle al amigo que “tan bien” le aconsejó y de colgarse el mismo por hacerle caso.
Acertó en contestar – no quería importunarte, ni presionarte...
Le crujió algo en el interior a la cara de nieve, lo dijo tan tiernamente culpable pero no quería demostrar debilidad:
- yo pensé que todo eso que me dijiste de ser la rosa amarilla caída de la luna y no sé que otras cosas solo fue un cuento- era tan cruel... lo dijo tan irónicamente, tan grosera que al dark se le subió una lagrimita del corazón, había escrito con tanto sentimiento esa hermosa frase de la rosa, la había repasado tantas veces frente al espejo, que cuando lo dijo en el carro la noche del domingo pasado se apagaron las luces de los postes en la calle debido al intenso sentimiento, y viene esta “maldita cara de muerta hija de p...” (citando al diecinueveavo poeta de las murallas) a burlarse de él.
La lagrimita que subió del corazón se secó con la energía de sus ojos, por eso ella no la vio
- porque te burlas- le dijo clavándole la mirada en la que se percibía una intensa tristeza
-como no me has llamado ni nada- respondió desafiante, aunque sin atreverse a mirarlo a la cara.
Solo habían pasado dos días, tenía que llamarla el domingo y se apareció el martes y hace todo ese escándalo por 48 miserables horas y tres segundos.
Ya no tenía ganas de preguntar lo que había venido a preguntar, así que solo le dio la acuarela que le había hecho, era una pieza exquisita de arte que hubiera sido tal vez una obra inmortal aunque no vio la luz publica, una representación de un lago lleno de flores de loto en la india que había copiado de la foto en la página de una enciclopedia sobre geografía.
La insolente anémica no pudo menos que agradecer el detalle, aquello la bajó por un tubo. Él súper triste y con la moral a 3 metros con 12 cm bajo tierra le dijo- solo te traía esto para que lo pienses mejor- y se despidió.
Ella subió a llorar en su cuarto, la hizo sentirse culpable de su crueldad, otro record para el dark. Él se fue conduciendo a 81,23 Km por hora maldiciéndola a ella por ser tan cruel pero con la moral a 312 cm bajo tierra creyendo que era su culpa sintiendo que en realidad si la hubiera llamado el domingo no hubiera pasado ese incomodo incidente y para ese rato ya llevarían 48 horas y 16 minutos de novios, pero no era así, si le hubiera llamado el domingo hubiera pasado algo parecido. De todos modos pensó que debía seguir insistiendo

Cáp. 11 “De poemas, de preguntas, del hielo más frío”

Cáp. 11

“De poemas, de preguntas, del hielo más frío”


Se puso sus discos viejos de 45 rpm estaba muy triste, la mayoría de veces cuando uno se deprime quiere deprimirse más, para poder llorar y entonces darte contra las paredes, si no les ha pasado es porque probablemente no han jugado con sus corazones haciéndolos esperar sin una clara esperanza sobre la cual mantenerse, “la expectativa pospuesta enferma el corazón”.
La siguiente vez que hablaron sobre el asunto fue después de dos meses y dieciséis días él estaba decidido a volver a preguntar, esperaba que la acuarela hubiera hecho efecto, y que ella se hubiera sensibilizado, no entendía porque a veces era tan dulce, como una niña y otras veces tan despiadada e irónica, tan caprichosa...
Tenía una nueva arma, un bonito verso cursi para darle, escrito con pluma en un pedazo de pergamino dorado que decía:

Ojos mieles, inocencia
retrato de pálida esencia
encanto hipnótico, inteligencia
tu pelo huele a flores

Evoco estas cosas
si pienso en tu nombre

En amarillo, tal vez traviesa
dulce niña a veces violenta
estilizada, delicada
sea una flor de perfume mortal

Evoco estas cosas
si pienso en tu nombre

En realidad el poema no era tan cursi, reflejaba bastante bien lo que era la chica pálida, parecía un diagnostico psicológico de personalidad, porque incluso hablaba de lo yellow que era.
Se lo dio y ella estaba vez no estaba agresiva, lo leyó en silencio frente a él y luego le confesó que nadie nunca le había dado algo semejante.
Él se animó a preguntar, y ella ahora tenía otra estrategia para vengarse y para no decir lo que sentía dándole a la vez esperanza en pequeñas gotas para no perder su juguetito le dijo que no tenia cabeza para pensar en eso ahora, que quería dedicarse al colegio y a sus estudios, pero el gesto de sus labios en ese momento era tan adorable que él solo tenía en su mente el robarle un beso y lo hubiera hecho si hubiera sabido como hacerlo, no escuchó el pretexto que le ponía la pálida, hubiera sido una buena manera de callarla, ya estaba empezando a cansar con su arrogancia al alabarse ella misma diciéndole lo buena estudiante que era y que no podía darse el lujo de distraerse de sus estudios por cosas tan insignificantes.
La interrumpió – dime ¿en realidad sientes algo por mí?- solía hacer eso, no sé si a veces llamarlo un defecto o una virtud el de preguntar tan directamente las cosas, tan de pronto.
Ella se quedó fría, se le borró toda arrogancia y sus palabras se cortaron en seco, para ella aclarar sus sentimientos era contar un secreto y era algo que no podía hacer
-¿qué?-es lo único que supo responder
Le dijo el dark calmadamente -quiero saber si sientes algo de una vez o sino para dejar de importunarte y para que no me estés dando excusas simples y repetidas- (por eso es que a veces pienso que es un defecto porque no tenía tacto, era demasiado sincero) oyendo aquello se quedo aun más fría, tanto que sus pequeños y bien formados labios se pusieron morados parecía muerta, la mas bella muerta.
- ¡no tienes derecho a preguntar eso!- apareció la violencia de la que él hablaba en su poema, era su manera de librarse.
- tal vez no pero creo que es mejor para ambos que sepamos esto- tenía razón pero ella no podía aceptar aquello era muy cerrada, ahora si se quedó helada en su pelo se formaron copos de nieve que brillaban como pequeños diamantes.
Y lloró (la tercera vez en seis meses) podríamos decir que era su mecanismo de autodestrucción, toda arma mortal secreta tiene uno, por si acaso cae en manos enemigas, cuando quieres desarmarla para descubrir sus secretos, explota para protegerse.
Tan fría se quedó que sus fragantes lagrimas caían como diminutos cubitos de hielo y hasta allí llego la preguntadera, el dark otra vez se sintió culpable de hacerla llorar (la segunda vez en seis meses) y claro, la abrazó de nuevo pidiéndole perdón y prometiéndole no presionarla de nuevo. Palabras que fueron un alivio para ella pues si él la empujaba un poco más hubiera terminado sabiendo que ella si sentía algo.
Ese incidente sentó un precedente de miedo para el dark ahora ya no sería capaz de presionarla para que ella le diga sus verdaderos sentimientos.
A veces tengo pena de ella, si quería ser el centro de todo y que alguien sea su esclavo para complacerla hubiera aceptado ser la rosa amarilla caída de la luna y el dark hubiera sido el idiota ideal, pero luego estaba su miedo a contar los secretos, y eso se estaba volviendo “cálculos en su riñón” aparecían su inseguridad y sus traumas, no podía querer a nadie libremente.
Por eso se puso sus discos viejos, para llorar porque sabía que ella le quería y sabía que había algo muy fuerte que le impedía aceptarlo, pero no le constaba. La pálida sabía muy bien como dejarle confundido, y esa incertidumbre le carcomía le enfurecía le subían miles de lagrimitas del corazón primero por la garganta y luego al pasar por su nariz le hacían cosquillas y en sus ojos se secaban por la energía, electricidad o lo que diablos sea que tuviera, se sentía como el niño al que prometen llevar al circo pero que nunca llevan, sabe que sus papás en realidad quieren llevarlo, pero nunca hay tiempo... nunca, y el niño todos los días mira la carpa cuando viene de la escuela con ojos ansiosos solo esperando a que llegue el día de visitarla de la mano de sus progenitores porque el no puede ir solo.
Se quedó dormido con la triste música encendida, sobre la cama que olía como la pálida, en una almohada húmeda de lagrimas y del hielo derretido que se le pegó del cabello que huele a flores al abrazarla, hielo de sorpresa, hielo de una fría situación, hielo producido por palabras, el hielo más frío: hielo de mujer.

4 de julio de 2009

Cap. 8 "De antecedentes familiares y trastornos de personalidad. El sabado de mañana"

Cáp. 8

“De antecedentes familiares y trastornos de la personalidad. El sábado por la mañana”

Se fue a su casa conduciendo muy lento, seguía flotando entre los arco iris de los autos que pasaban; la noche definitivamente se enfrió; una neblina emergía del piso y todo se veía misterioso, espectral, lúgubre, pegajoso.
Llegó a su casa, se sacó la ropa húmeda y melosa y se bañó para dormir, soñó la misma pesadilla que el jueves, de ahí en adelante sus sueños fueron únicamente pesadillas, todas las malditas noches después de eso, aunque al despertar no las recordara.
Ella en su casa se pudo dormir sin pesadillas pero en cambio empezó a perder la facultad de soñar, los maravillosos sueños “yellow” que solía tener fueron desapareciendo desde ese viernes, cada noche tenía 14 sueños distintos y perfectos, su cerebro engendraba aquello debido a la presión que los secretos guardados producían en ella, la madrugada de ese viernes solo fueron 13, era porque ahora alguien sabia algo que debía ser secreto, el “dark” sabía porque lloró y solo el.
El sábado ella despertó con la sola idea de volver a usar su nuevo juguete, se debatían sus confusos sentimientos entre la venganza y la atracción.
Necesitaba de atenciones, quería oír halagos quería ser consentida, necesitaba sentirse bella. Tenía una inseguridad tremenda en si misma desde que su padre desapareció un día, sin dejar rastro. Decían que se había evaporado
Su madre enloqueció en aquellos días empezó a ver todas las cosas de color café y se volvió muda, la chica pálida sufría demasiado en esa casa, era hija única, por eso tuvo que irse a vivir con su abuela un par de años en la capital hasta que su madre se recuperara; la señora pálida estuvo internada en el manicomio casi un año y medio.
En compañía de la abuela la chica pálida adquirió su marcada “amarillosidad” la abuela culpaba al padre de ella de evaporarse, “todos los hombres son iguales” decía y le enseño que los hombres son muy malos y que se debía sacar todo el provecho que se pudiera de ellos, aquella enseñanza fatal sumada a la crianza como nieta única y el desequilibrio que produce la falta de una figura masculina en los años de adolescencia la volvieron así vengativa e insegura, egocéntrica y cruel. A veces tengo pena de ella.
Hacía mucho frió el sábado por la mañana, empezó a llover de nuevo, era una llovizna ligera pero insistente, todo era muy gris, el dark amaneció deprimido (aun se sentía mal por como se había portado la noche anterior) e imaginaba que la pálida estaría igual además el aroma constante no le dejaba en paz es que las lagrimas que la pálida derramo sobre él impregnaron para siempre sus pulmones, se incrustó el olor en sus bronquios como un tumor maligno, nunca ella había llorado tan sentida sobre alguien, (en realidad casi nunca lloraba) y esa esencia triste y malévola que brotó por su glándulas lacrimógenas resultó ser la sustancia más poderosa, pobre dark ya nunca se iba a librar de ella se condenó, no solo estaba envenenado, también estaba enamorándose.
La llamó y ella percibía que lo iba a hacer por eso estaba al lado del teléfono, aguardando. Contestó y cuando oyó la seca voz del dark sintió calorcito a pesar del frío que hacía, el también sintió algo como calor mientras hablaron, los recuerdos de esas tardes de hace cinco años venían, fueron épocas doradas para los dos, y ya estaban olvidándolas de hecho lo hubieran olvidado todo si no se cruzaban sus vidas otra vez ese miércoles.
Ella estaba un poco más madura ahora, (el sufrimiento te hace madurar), pero los trastornos de personalidad también eran ahora presentes.
El no tenía suficiente valor para volver a preguntar porque había llorado, aun así conversaron por 1 hora y 1 segundo, y fue una linda conversación.
Fue fundamental aquella plática, los dos estaban depresivos, era la lluvia, ella se sintió consolada y cálida en su interior, la venganza parecía desaparecer de su mente es que el no era tan vacío como solían ser los pretendientes que siempre la rodeaban y eso la impresionaba, parecía que algo como el amor surgía en ella.

Cap. 9 "De enfermarse, de lluvias que ya no son graciosas y de comer cosas saladas para declararse"

Cáp. 9

“De enfermarse, de lluvias que ya no son graciosas y de comer cosas saladas para declararse”

Enamorarse es en cierta manera enfermarse pues están implicados procesos no solo psicológicos sino también químicos.
Así que se puede decir que después de dos meses él estaba completamente “enfermo”, no pasaba semana en que por lo menos no hubiera hablado con la chica pálida o que hubieran salido.
Ella de acuerdo a su plan de venganza en parte, por su “amarillosidad” y por ese sentimiento que era lo más cercano a enamorarse que le surgió correspondía sus llamadas y aceptaba sus invitaciones.
En dos meses pasan muchas cosas, desde el viernes ese de noviembre llovía todos los días aun caían gotas de cola (un 18,35% era gaseosa), pero ya no era gracioso ni divertido, todo se puso pegajoso, los que se habían enriquecido con la sequía ahora quebraron, (los muy tontos habían fundamentado sus negocios en la venta de cola), muchas personas empobrecieron en esos dos meses, la gente ya no quería saber nada de ese liquido asqueroso, porque todo sabia a cola, los choclos crecieron rosados, y cada grano tenia gas, las coles las alverjas los porotos, las lechugas todo era rosa, todo era gaseoso, daba nausea.
La ropa olía a cola, solo el dark no sufría por aquello, en su nariz no había otro olor más que el de la chica pálida, incluso su ropa tenia ese aroma, cuando ella vertió sus lagrimas sobre el hombro de él, impregnó aparte de los pulmones también la ropa, y ese olor no se iba ni lavando, mas bien incluso se pegaba a las otras prendas de vestir que el tenía.
El sentimiento por ella crecía día a día, y no lo podía tener más adentro, decidió declararse, creía que con unos cuantos pequeños detalles que había hecho por ella entre noviembre y diciembre bastaría, que ya la había compensado.
La invitó un domingo a salir, la llevaría a comer algo muy salado, era lo más de clase en esos días pues todo tenía un saborcito dulce (por las lluvias), así que la sal se importaba y era carísima.
Encantada aceptó, era un lujo esa invitación, no podía rechazarla, además percibía las intenciones del dark.
Sus planes de venganza casi habían desaparecido, pero igual a ella lo que le gustaba era jugar con los sentimientos de la gente, por eso esperaba que el se declare para despreciarlo y darle luego esperanza, para ver hasta donde sería capaz de llegar por ganarse su amor.
En el fondo quería alguien que demostrara que realmente le amaba, pero su confusa manera de portarse hasta ahora le había hecho perder grandes oportunidades.
19 hombres se contaban como victimas pero el dark como lo iba a saber.
Del último se había enamorado pero, como siempre solo jugó con él y él la dejó ahora la odia a muerte; todos terminaban odiándola. Mientras vivió en la capital fue donde más victimas tuvo (18), cuando uno llegaba al barrio donde ella vivía se veían las paredes pintadas con graffiti llenas de leyendas ofensivas con el nombre de ella donde se cuestionaba la buena moral de su madre o la de ella misma. Desde que volvió todavía nadie había pintado nada en el barrio donde ahora vivía
El domingo salieron, él estaba muy nervioso, era la tercera vez que se iba a declarar a alguien, las dos anteriores veces no habían sido muy buenas experiencias, la primera vez que se declaró a alguien se sonrojó demasiado, sentía explotar la cara, le duró tres días el rubor en las mejillas, y lo peor es que no le aceptaron. La segunda vez en cambio tenía tanto miedo de decirlo que se le paralizó el dedo chico de la mano izquierda, aunque ahora ya no se sonrojó, era demasiado inocente para esas cosas, tampoco le aceptaron esa vez, siempre escogía mal de quien enamorarse.
Estaba lloviendo esa noche, y casi atropella a un perro por estar distraído, pensando en que decir y como decirlo, le tenía un enorme ramo de rosas amarillas y floripondios, ella le dijo que esas eran sus flores favoritas, claro si las usaba para sus menjurjes para el pelo, pero también le dijo que alguna vez le gustaría recibir una flor de loto.
Se bajo para timbrar y había un graffiti en la pared de la casa de la pálida recién pintado que decía “maldita cara de muerta hija de p...” y él no le prestó la más mínima atención, ni siquiera supuso que se refería a ella. El último de sus victimas, el numero 19, lo había pintado luego de enterarse de que ella ya tenía ahora un nuevo juguete.
Su nariz ya no sangraba cuando se veían pero el aroma seguía causando estragos en él, le causaba una tos seca.
Le dio el enorme ramo de flores, y ella muy emocionada le abrazó y luego fue a guardarlo en el ático donde tenía kilos y kilos de esas plantas.
Subió al carro, conversaron de cualquier cosa, de vez en cuando él tosía secamente, la llevo a cenar, pidieron ensalada de verduras saladas y para tomar un vaso de agua de mar (como pedir un vino de 1882.
Y luego del salado y costoso manjar fueron a dar vueltas en el carro, el no se animaba a soltar la lengua pero aquel sentimiento tenía que salir, si no lo decía iba a explotar.
La tos se le hizo más seca después de tanta sal, ella quería que ya se abra, le dio un empujoncito al preguntarle - ¿tienes algo que decirme?.
Él creía que ella ya suponía sus sentimientos y que aparte le correspondía, y eso le dio un poco de seguridad, por eso no se sonrojó tres días ni se le paralizó el dedo chiquito de la mano izquierda cuando le dijo poéticamente en el carro mientras conducía tal como lo había planeado, por semanas, que la amaba.

27 de junio de 2009

Cap. 6 "De abrazar cocodrilos creyendo que son pajaritos"

Cáp. 6

“De abrazar cocodrilos creyendo que son pajaritos”

Entraron, la música sonaba contagiosa, y de pronto unas pocas gotitas cayeron, un olorcito a tierra mojada llenó el aire, empezó a llover, y poco a poco fue subiendo en intensidad, luego caían prácticamente chorros, la gente se alegró muchísimo, alguien dijo -es lluvia dulce-, y tenía razón al poco tiempo de bajar solo agua empezó a llover cola, se hacia espuma al caer, nueve meses de sequía no eran en vano, ya no había agua y la gente solo tomando gaseosa rosa en esa ciudad habían provocado que se formen nubes de vapor de cola y agua y ese viernes se cayo el cielo, llovió como si de un diluvio moderno se tratase.
No podía existir una algarabía mayor todos bailaban, todos reían, bebían de la lluvia, la espuma en el suelo llegaba hasta las rodillas se puso pegajoso el aire pero que importaba, no había habido una alegría mayor en nueve meses, solo la chica pálida no lo estaba disfrutando, veía con iras como quien la había invitado se lo estaba pasando de lujo con una desvergonzada y vulgar sonriente.
Y entonces algo crujió en su interior, años de egocentrismo complacido sin interrupciones acabaron de golpe.
Lloró, las lagrimas brotaron involuntariamente al principio, no quería que nadie se diera cuenta, pero como no se iba a notar que en medio de miles de personas en enajenación, una y solo una persona estuviera llorando. La prima lo notó primero, y fue y le avisó al “dark”
–oye tu amiguita está llorando-. Él estaba entretenidísimo en ese momento, la sonrisa ya lo había atrapado, estaban embelesados en ese misterioso gancho visual justo antes de darte un beso, iban directas sus bocas hacía lo inevitable, pero las palabras de la prima retumbaron en su oído como un trueno y cortaron aquel instante como si apagaran una luz, así de golpe, así de repentino.
Un remordimiento intenso de conciencia lo empujo a dejar con la boca hecha trompeta a la “sonrisas” y a correr a ver que le pasaba a la “pobre” pálida; ella estaba tratando de disimular su llanto porque se vio sorprendida, pero cuando él le preguntó si estaba bien con cara de muy culpable, vio que recuperaba su juguete y que el arma eran las lagrimas, así que se soltó a llorar inconsolable y se abrazó del “dark”. El instinto masculino dicta que: no se puede ver a una mujer llorar (te conmueve el alma), el instinto masculino dicta: los hombres de bien harán lo posible para consolar a cualquier “magdalena”, el instinto masculino dijo: abrázala y la abrazó.
Las lagrimas son casi lo mismo que el sudor (químicamente hablando), pero el sudor es mucho menos puro que una lagrima, por eso las lagrimas que le brotaban a la pálida eran de una esencia extraordinaria, tenían mucho más poder hipnótico que diez mil baños de 45 minutos, más fuerza que ochenta galones de empaste de rosas y floripondio en el cabello y un efecto psicológico inimaginable.
Él sentía que respiraba ácido, los pulmones le hervían, la nariz le sangró de nuevo, pero a la vez una ternura y compasión al abrazarla, sentía como si tuviera un pajarito herido en las manos al que debía proteger de la lluvia, si hubiera visto que en realidad tenía un cocodrilo que se lo estaba comiendo vivo.
Ella lloró por 13 minutos y 2 segundos abrazada del “dark” (que tuvo que ponerse otra vez con un corcho en la nariz) disfrutando, mientras lloraba, de su presa mirando con satisfacción como había arrebatado de la boca sonriente de esa loba un bocado para ella sola, ahora si que lo tenía preso.
Él por otro lado derribó las barreras de advertencia que se había puesto y sucumbió al sentimiento se empezó a enamorar.

Cap. 7 "De planes de compensación y venganza"

Cáp. 7

“De planes de compensación y venganza”

El evento acabó pero seguía lloviendo, salieron y los dos seguían abrazados, la chica sonriente mayor se había muchado con alguien que conoció allí adentro, la menor sonriente no se quedó frustrada por el desaire del “dark” y tambien se levantó a alguien, el fulano desconocido se enganchó con la hermana mayor del dark hubo gran química entre esos dos, y la prima, la hermana menor y el fulano conocido solos, la pasaron bien, ( los únicos que estuvieron atentos al evento.
Subieron todos al carro pero ahora la chica pálida ocupó el asiento delantero, estaban todos mojados y pegajosos de la cola vertida sobre ellos, el calor infernal de los nueve meses anteriores empezaba ahora a tornarse en una espesa y fría humedad.
Condujo como si flotara, las luces de los autos que pasaban parecían de arco iris. Iba conversando animadamente con la chica pálida de muchísimas cosas, su pecho estaba inflamado aunque la nariz ya no le sangraba.
Dejó a todos en sus casas, y se quedó a solas con la chica pálida para ir a su casa al último y aprovechar cada segundo que le quedaba a esa noche,
Eran casi las doce, dejó de llover, el aire era casi una masa
-¿porque lloraste?- preguntó buscando una oportunidad para disculparse y las palabras cortaron el gelatinoso aire, el cerebro de la pálida reprimió la respuesta automáticamente, era otro secreto más para su ya repleto cajón.
-por nada- dijo, pero sonaba tan falso
-¿ por nada?, nadie jamás llora por nada- replicó él – debe haber una buena razón
-no me preguntes más por favor- le dijo y él sintió que la conciencia le seccionaba los intestinos, desde aquel mismo día sabía que era su culpa, sabía que se había portado como un cretino que la había lastimado de alguna forma.
Peor aun, ahora sabía uno de los secretos de la pálida sin que ella se lo cuente, tal vez la fortaleza de ella eran sus secretos tan bien guardados o tal vez era una de sus debilidades, “los secretos guardados son como cálculos en el riñón”, de todas maneras el conocimiento de aquel hecho los vinculó de una patética forma, el se estaba enamorando sobre un cimiento de compasión y de culpa, y en ella crecía un sentimiento de venganza, que se entrelazaba diabólicamente con esa atracción y admiración por él que se encontraba presente desde el comienzo de su adolescencia, lo más parecido a enamorarse que ella podía sentir
Reinó un silencio en el auto luego de la última respuesta, el no sabía si disculparse por estar flirteando con la “pink”, pensaba que podría parecer orgulloso de su parte el atribuirse la causa del llanto de ella, la pálida no sabía si seguir siquiera hablándole o si tenerlo como su juguete para irse vengando de él por todo aquello, poco a poco desangrándolo lentamente, sacarle el corazón para mostrárselo a todos.
Él decidió callarse la disculpa, ella decidió la venganza, malas decisiones de ambos, pues él planeaba compensar con creces todo dolor que le causó, cada lagrima vertida por ella en los trece minutos y dos segundos que lloró, y ella quería ilusionarlo, así que parecería que los esfuerzos de él por compensarla darían resultado.
Llegaron a la casa, se bajó para abrirle la puerta, como todo un caballero (comenzó a compensarla), y lo “yellow” en ella despertó, volvía a ser la reina y le gustó.
Se despidieron quedando en que se volverían a ver, la velada había sido mágica, decían, (aunque no era verdad) vale repetirla.

21 de junio de 2009

Cap 4 "De cómo` por escapar de lo pink cayó en lo yellow"

Cap. 4

“De cómo por escapar de lo pink cayó en lo yellow”

El miércoles necesitaba realmente huir del mundo, se hallaba tenso, habían llegado de visita dos amigas de su hermana, dos chicas de fácil sonrisa, ya saben como son, de tipo “pink” esas mujeres que se obsesionan con el sexo opuesto, que han tenido como 300 novios que todo lo dicen con doble sentido, muy escandalosas, qué usan la ropa más provocativa y que saben como con una mirada o una sonrisa seducirte.
Eran hermanas, la menor era la más descarada y había puesto los ojos en él, desde que llegaron, venían ellas también para el evento del año, eran muy buenas amigas de su hermana y se estaban quedando en la casa, la chica “pink” no dejaba en paz al pobre “dark”, quería una conquista para el viernes alguien con quien pasársela bien, pero el no era de ese tipo de persona que gustara mucho de los flirteos de un día, buscaba algo en serio desde hace tiempo, alguien con quien poder hablar de cosas interesantes, que no sea “light”, le atraían muchas chicas pero no encontraba alguien con la suficiente sensibilidad, las de fácil sonrisa eran demasiado desvergonzadas, y eso causaba en el un rechazo natural, aunque por su inocencia se estaba dejando llevar por las provocaciones constantes que tenía en su propia casa, es que es humano.
El martes por la noche habían llegado, y él fue a recibirlas junto con sus hermanas y su prima (amigas también de ellas), las chicas de fácil risa llegaron haciendo el relajo coqueteando con el chulio y el busero, se habían hecho amigas de todos los hombres en el bus, incluidos los casados, que ya tenían ahora para problemas en su casa, claro no les habían cobrado el pasaje, y su numero telefónico ya era del conocimiento popular. Saludaron con gritos, abrazos y besos con sus parientes, todo un show para la gente en el terminal, a él le dejaron marcado con labial en ambas mejillas al saludarle con sendos besos simultáneos una a cada lado.
Y de vuelta a la casa era más relajo todavía en el carro, conversando y riendo a carcajadas con su parientes-que lindo que es tu hermano- le decían y el pobre se sonrojaba, -es tan calladito- y las sonrisas y miradas por el retrovisor, y después les oyó contar de sus encantadores “levantes” en el bus y de cómo la mayor ya se había venido muchando con uno, como no iba a estar calladito si ya se estaba empezando a aburrir con tan interesantes temas de conversación.
-¿Oye ñaño vas el viernes con nosotras?- le preguntaron, pero los metiches “pink” no le dejaron contestar, en realidad no quería, pero ellas dijeron -claro que va a ir, no nos vas a dejar solitas ¿no es cierto?
-si es un lindo- dijo la menor
-y necesitamos un hombre a que nos proteja- dijo riendo la mayor
así que el solo asintió con la cabeza, pero pensaba para si que en el último momento pondría una excusa y no iría.
Desde el día mismo que llegaron la menor se puso en la tarea de seducirle con esa sonrisa tan fácil como ella misma, estuvieron a punto de un beso, pero él piensa que un beso es algo tan especial, una comunión sagrada entre dos personas que se quieren, algo que no puede darse con cualquiera, por eso se contuvo, y se alejó.
El miércoles su prima le dijo que era un tonto por no aprovechar la oportunidad que le daban, venía bien instruida por su amiga, habían tramado ya todo un plan, el miércoles les iban a dejar solos en casa y a él no le quedaría más remedio que caer en las garras rosas de su huésped.
El ambiente estaba tenso para él, huyendo de la sonriente seductora, le tenía ya cansado, así que su escape fue más que necesario dijo que iba a la tienda, pero se fue a “estar solo entre la gente” salió a caminar y frustró todo el plan que se cernía sobre él, talvez debió quedarse, hubiera sido mucho mejor no le habría hecho sufrir tanto, tenía ganas de coquetearse con la sonrisa fácil y eso no le hubiera perjudicado en lo más mínimo, pero al salir cayó en otra trampa, una peor.
Se encontró a las tres de la tarde con veinte minutos y veinte segundos con la chica de pálidos colores y exótico perfume en la calle de las palomas, fue una sorpresa volverla a ver después de 5 años, una hermosa “coincidencia”, (pues el desconocía toda la persecución que protagonizó ella para encontrarlo y que no era ninguna “hermosa coincidencia” sino un plan calculado y malévolo.
Cinco años no habían pasado en vano, la niña que él conocía, que tenia un bonito olor a flores era ahora una hermosa mujer de perfumes etéreos e intrigantes.
Siempre le impresionó su inteligencia desde que la conoció, recordaba muy bien las interesantes charlas que mantuvo con ella cuando eran vecinos de barrio, a pesar de ser ella 5 años menor a él, podían conversar casi de cualquier cosa, y siempre sería agradable, era una chiquilla pálida pero muy ingeniosa, aunque nunca jamás contaba sus secretos a nadie.
Cuando sus vecinos se mudaron al otro lado de la ciudad siempre extrañó las tardes cuando salían a caminar conversando, filosofando, él creía que ella era media “dark” o por lo menos podría llegar a serlo cuando creciera, porque era solo una pequeña para él en ese tiempo. Recordaba siempre cuando ella le llevó un día a la tienda de antigüedades donde encontraron cosas tan interesantes y se hicieron muy buenos amigos de la señora que atendía, se volvió un punto obligado de parada en sus caminatas, luego iban al parque y a pasar por la hermosa y estrechísima calle de las palomas, esa cuadra mágica, de casas muy antiguas de balcones con flores que en todas y cada una de las puertas tenían tallada una paloma, pero cuando se mudaron las cosas cambiaron mucho, y lo de las caminatas juntos se perdió definitivamente cuando la niña pálida se tuvo que ir a vivir un par de años con la abuela en la capital, prácticamente se perdió todo contacto con ella hasta ese miércoles. Se sentía muy solo desde que perdió a su amiguita.Por eso realmente se impactó con el encuentro, se le vinieron todos esos recuerdos de golpe a la cabeza y ese olor tan delicioso que lastimaba los pulmones... estaba casi en estado de shock, sentía que se iba a caer, es que ya no era ninguna niñita, por eso no percibió lo “yellow” que era ahora, ni siquiera cuando ella sin colores en el rostro le insinuó que quería ir con él el viernes. El conflicto en su interior se acrecentó en ese encuentro, el evento no era precisamente de su agrado, no quería ir con las sonrientes amigas “pink” de sus parientes pero ahora había alguien bonita e inteligente que quería ir con él y su cerebro sufrió un corto circuito, además el olor que desgarraba sus entrañas le idiotizó, cayo como una rata hambrienta en la ratonera, se ofreció a pagarle todo sin pensar en nada más, pensó que su soledad iba a dar un giro, y giró, pero de mala forma

Cap. 5 "De la sequía. Fulanos y de soluciones estupidas para no enamorarse"

Cap. 5

“De la sequía. Fulanos y de soluciones estúpidas para no enamorarse”

El jueves el calor superó toda marca antes registrada en esa ciudad, algunos juguetes de plástico se derritieron ante el asombro de los niños que jugaban con ellos, no era normal que en esa época hiciera tanto calor, generalmente en noviembre llovía
La sequía tenía ya nueve meses, el río se había secado por completo y olía mal por todas las truchas muertas secas en el lecho del río; la gente en el campo empezó a acostumbrarse cuando el maíz de sus gallinas explotaba y se volvía algo como el canguil, no había agua en muchas casas por eso la gente solo tomaba agua de sus grifos si era de vida o muerte, así que la venta de cola subió a niveles sin precedentes lo que enriqueció a los dueños de comercios en tan solo ocho meses; algunos que solo arrendaban locales pequeños luego compraron la casa entera, se veían a los que antes andaban con esas carretillas vendiendo colas ahora subidos en hermosos autos del año; ya no venían esos pequeños camioncitos repartidores llegaban ahora inmensos trailers de cinco en cinco.
En casa del “dark” solo se tomaba cola rosa, como en casi toda casa en esa ciudad, no sé porque a la gente le gustaba tanto ese tipo especifico de bebida.
Sus padres enfermaron de gastritis en esa época, de tanto ácido carbólico (cola) y él por poco, y aparte andaba deshidratado, por eso sus pulmones estaban débiles, por eso le afectó el encuentro del día anterior, su mente también se encontraba en un frágil estado semidepresivo.
Se había quedado pensando en ella, era como cuando una cancioncilla estúpida te entra en la cabeza y no la puedes olvidar, y la pasas repitiendo inconscientemente hasta que te hartas.
El miércoles se durmió tan placidamente repitiendo la “cancioncilla” estaba tan feliz de haberla encontrado (los efectos narcóticos todavía le tenían sedado) pero al amanecer del jueves era como si estuviera chuchaqui la pasó mal todo el día, al llegar la noche no podía dormir, y cuando por fin lo hizo tuvo una horrible pesadilla, alguien lloraba pero no sabia quien, a ratos le parecía que era el mismo, a alguien le habían sacado el corazón y quien lo hizo lo andaba enseñando a todos, aunque no podía ver quien era el asesino, y de pronto estaba frente a un espejo y se vio, corrían lagrimas por su rostro y en su pecho había un agujero sangrante que dejaba pasar la luz, se despertó y estaba sudando frío, tenía miedo, y la “cancioncilla pálida” aun en su cabeza... y no se volvió a dormir pensando en ella.
Se dijo a sí mismo que esto debía parar ahora mismo, sentía que se iba a enamorar como no se había enamorado nunca antes, y aunque quería algo serio desde hace tiempo no quería que un sentimiento repentino lo destruyera, no es que creyera que los sueños predijeran el futuro, creía en que su inconsciente reflejaba sus preocupaciones y que esa pesadilla podía ser una defensa psicológica natural.
Encontró la solución perfecta (según él), para detener en seco el sentimiento que presentía le iba a arrancar el corazón, no iría solo con la mujer pálida, iría en grupo con sus hermanas y las escandalosas chicas sonrientes, y lo que es peor iba a darle gusto a la que insistentemente le había estado coqueteando, una tonta idea, pero su cerebro ya no estaba funcionando bien.
Anocheció el viernes, el cielo se empezó a encapotar amenazante con nubes rosas, parecía que por fin iba a llover.
Salieron en el auto con sus parientes y la mayor de las chicas “pink” en el asiento de atrás, la menor iba al lado del conductor con su presa ya prácticamente asegurada. Decididamente y sin ninguna duda fue así cargado a recoger a la chica pálida en su casa, ella ignoraba la sorpresa que le esperaba, pues imaginaba que seria una cita solo los dos con el joven “oscuro”, en realidad en eso habían quedado.
Transitando en dirección al otro lado de la ciudad por la avenida de los sauces, sonó el celular de su hermana, era uno de sus amigos que le preguntaba si podían pasarle viendo en la casa y si podría ir un amigo de él con ellos.
-Ñaño dice el fulano si puedes irle a ver- el Fulano era su conocido, pero, al otro ni le conocía y ya estaba cambiando de humor con la idea de llenar tanto el carro pues aparte ellas ni sabían que tenían que irle a ver también a la chica pálida, pero como era así medio callado cuando estaba de mal humor, solo asintió con la cabeza.
Pasaron a verles a los colados de última hora (al conocido y al desconocido), y de ahí a la casa de la pálida
-¿ñaño a donde vamos?, por aquí no es.
-yo también tengo una colada de ultima hora que recoger- respondió secamente, y los fulanos, querían que la tierra les trague, era un ambiente muy incomodo el que se respiraba en el carro, el calor no daba para más.
Llegaron a la famosa casa, timbró perturbado, y enseguida el maldito perfume otra vez lo entrampó, lo mejor hubiera sido dejarle plantada si no quería nada con ella, pero en el fondo aunque quería parar el sentimiento creciente, también se moría por volverla a ver y a oler, salió enseguida, vestida completamente de negro y su resplandeciente y bello rostro contrastaba magníficamente resaltando su hermosura natural, se había bañado esa mañana por 45 minutos y se había untado 3 veces cada cabello, por eso el mismo instante en que abrió la puerta la nariz le empezó a sangrar al chico “dark”, se asustaron todos, parecía que no había razón para esa sangre, pensaron que era por el calor, el mismo lo creyó así.
En esas circunstancias, todavía impactados y él con un corcho de papel higiénico en la nariz subieron todos al auto y fueron por fin a la concha acústica, el magnifico escenario al aire libre orgullo de la ciudad.
Casi nadie hablaba en el carro excepto por supuesto, las chicas de fáciles sonrisas, la pálida tuvo que ir atrás, la niña “pink” no iba a ceder su puesto, los fulanos se narcotizaron con el aroma que reemplazó el oxígeno en el auto, pero la “yellow” no era una mujer fácil le gustaba jugar con uno a la vez, y su elegido era el “dark” aun así estaba muy a gusto viendo como los fulanos desmayaban a su lado, las parientes y las pink por otra parte encontraban desagradable el aroma, en general toda mujer odiaba el olor, y por consiguiente a ella, pero eso no le importaba en lo más mínimo.
Cuando por fin llegaron había mucha gente desesperada por entrar, la policía tuvo que lanzarles gas para que formaran una fila ordenada. Mientras esperaban por entrar la chica pálida se acercó a conversar con el “dark”, pero el ya estaba ocupado con la “sonrisitas”, ella estaba entrando en pánico, como iba a pasarla sola, quien sería su juguete... los fulanos no le paraban bola tampoco, estaban más por las parientes del “dark”, se sentía incomoda, con iras, quería ponerse a llorar, tenía razón el “dark se portaba como un cretino, solo hablaron un poquito y de ahí no le prestó más atención.

12 de junio de 2009

Cap. 2 "De porque lloró y lo yellow"

Cáp. 2

“De porque lloró y lo yellow”

¿Porque lloró ella ese día? Hasta ahora el mismo no sabe a ciencia cierta cual fue la misteriosa reacción emocional implícita en el llanto de la chica pálida. La teoría que ha desarrollado en el transcurrir del último año propone que el mismo fue el culpable del llanto cocodrilesco de la blanca mujer, talvez tenga razón, considerando los sucesos previos a la celebración de ese viernes de noviembre cuando llovió cola rosa sobre la ciudad
El miércoles se habían encontrado en la calle de las palomas, (el siempre recibe un anticipo olfativo de sus encuentros con ella desde aquel día), eran las tres de la tarde con 15 minutos y 15 segundos, caminaba solo por el parque con la vista perdida en el suelo como era su costumbre pensando en alguna tontería y de pronto olió el perfume penetrante que ella usaba, levanto la vista y no había nadie, pensó que era solo su impresión y continuó hacia la calle de las palomas y después de cinco minutos y cinco segundos, allí estaba, se topó con ese pálido rostro que le estremeció y olió el agudo perfume que solía usar inundando todo el alrededor, como un veneno químico, como si de dulce ántrax se tratase, saludó muy nervioso, lo estupidizaba, y cuando ella sin colores en el rostro le insinuó que le gustaría ir al evento del año con el, aun en shock perplejo por aquella revelación y mareado por el aroma omnipresente tuvo la fatal idea de ofrecerse a pagarle todo y ella dejo escapar una sonrisa de satisfacción aceptando la propuesta que esperaba lograr, habían concertado una cita por primera vez en muchos años, y la culpa era solo de el, por no aguantar la respiración para no oler su perfume de flores y cerrar los ojos para no ver su cara pálida ese miércoles.
La chica de nieve era muy maliciosa, atrás de su cara de nada, escondía una mente calculadora, se contaban ya muchas sus victimas pero el no lo sabía, como lo iba saber si ella siempre era reservada en sus cosas, no contaba sus secretos a nadie, tenía amigas pero ni siquiera ellas sabían de su vida, y sus victimas por la humillación tampoco se atrevían a hablar. Ella era media “yellow”, le gustaba ser el centro de todo, que el mundo gire a su alrededor y ella detenerlo o dejarlo ir a su antojo.
Cuando él propuso la cita ese día se condenó porque empezó a ser su nuevo juguete, pero lo que le salió mal a la mujer con faz de nieve es que él era dark y no le iba a ser fácil manipularlo como a los otros tontos que solían rodearle.
Ese Miércoles se despidieron quedando de acuerdo para el viernes por la noche; ella se fue radiante con la idea de un nuevo juguete, el se quedo enfermo por el deslumbrante rostro y aquel bálsamo de lirios venenosos que llegaba a cortar los pulmones si no estabas lo suficientemente fuerte.
La felicidad de la pálida llegó aquel día a superar otras ocasiones en que adquirió instrumentos humanos para su complacencia, pues por aquellas épocas andaba escasa de pretendientes, por eso, él piensa que cuando ese viernes en medio de la lluvia de cola se vio abandonada, dejada de lado, cambiada por una estúpida sonrisa (que no era la de ella) empezó a llorar abrumada por la perdida inminente de su nuevo juguete, su teoría dice que fue una de las peores cosas que le pasaron, es que después de un año entero la llego a conocer muy bien y está casi seguro de que cuando él escogió a la muchacha de sonrisa fácil ignorando a aquella que era su invitada, destruyó toda superioridad que ella pretendía tener ante las demás y la dejo tan indefensa que las lagrimas brotaron involuntariamente, cree por eso, que fue su culpa cuando la chica pálida lloró.

Cap. 3 "De perfumes y planes maestros"

Cáp. 3

“De perfumes y planes maestros”

La mujer de cadavéricos colores empezaba a preocuparse de su falta de candidatos, por eso aquel miércoles se dedicó más de lo común al rito de su perfume, presintiendo que algo pasaría. La esencia se la preparaba una abuela suya con un viejo secreto que se pasaba de generación en generación en la familia de las mujeres de cara sin sangre, preparada de rosas amarillas y floripondios, talvez si alguna chica lo preparase no surtiría igual efecto pues lo que realmente amplificaba la ya de por si narcótica fragancia era el sudor natural de su cuerpo, es que tenían menos la sangre y más trasparente que la generalidad de la gente, por eso su níveo matiz en la piel, y eso purificaba sus olores naturales hasta convertirlos en perfumes, que variaban de acuerdo a la persona, en el caso de ella adquiría un aroma que resultaba hipnótico.
Cada mañana muy temprano en la madrugada se bañaba solo con agua por 34 minutos exactamente luego se untaba el pelo del especial ungüento de rosas y floripondios hasta que cada cabello era embadurnado, el tono de su pelo por eso era exacto al de las hojas secas, se enjuagaba después no con agua sino con otra esencia de flores, este de su invención, era muy inteligente pero se desperdiciaba aquel hermoso cerebro por su obstinado egocentrismo, el rito concluía dejando que su cuerpo se secara con el aire, nunca usaba toalla.
Ese miércoles el baño con agua duró 36 minutos y 10 segundos, se untó dos veces cada cabello con la mezcolanza de la abuela, gasto lo que le quedaba para la semana de su bálsamo personal y dejo que se seque hasta el último rincón del cuerpo sin que quede nada de humedad, absolutamente nada, cada poro absorbió los perfumes usados, es que presentía que algo bueno le pasaría
Talvez no hubiera sido necesaria toda aquella ceremonia, tenia una belleza muy sutil, el blanco color de sus carnes bastaba para impresionar, no era un blanco de muerte era más bien un blanco que tenía vida, de figura delicada, los ojos también aportaban, eran grandes e inquisitivos, color miel, y los labios pequeños pero muy bien formados, pero esa obstinación de querer ver que el planeta gire a su alrededor ocultaba los atributos naturales que ella poseía, era un mal de familia el egocentrismo, por eso tenían que recurrir a los extraños perfumes, aunque ella realmente exageraba realizando cada día el mismo acto de bañarse en la madrugada con agua solamente por 34 minutos exactamente y después todo lo demás antes descrito.
A veces me da pena tantos esfuerzos en vano, los perfumes actuaban en la mayoría de hombres, pero no tenían efecto duradero, tan pronto se acostumbraban al aroma la dejaban, porque aparte de su marcada forma “yellow” de ser nunca era capaz de contar sus secretos jamás confiaba en nadie, y eso es muy malo, los secretos guardados son como cálculos en el riñón, y ella tenía muchas cosa ocultas en ese blanco corazón.
Se puso a pensar en sus conocidos, había agotado casi por completo su lista de victimas, y para el viernes no había aun quien la invite, y no lo podía permitir, solo quedaba ese muchacho extraño y sombrío pero a la vez inocente que ella secretamente admiraba, le gustaba desde que ella era una niña y vivía en su barrio, pero luego cuando fue creciendo se hizo de tantos otros admiradores más “light”, de más fácil comprensión que podían ser manipulados más fácilmente, que casi lo olvidó, y ahora solo le quedaba él y lo vio como un reto, si podía dominar a un “dark” podría con todo.
Así que busco en su inmensa agenda, era casi tan gruesa como la guía de teléfonos de alguna ciudad pequeña, y se dispuso a llamarlo, se conocían de pequeños pero hacía muchos años que no se habían visto, ella sabia como era hace 5 años, pero la gente cambia, el había ido interiorizando su “darkness” a través de los años y era ahora mucho más “dark” para adentro, donde verdaderamente importa, que cuando la conoció.
Marcó el número, pero no estaba, preguntó dónde andaba, y la tonta que le contesto le dijo que había salido a caminar, no debió decirle.
Así que para ella se resolvió el asunto, conocía de sus caminatas sabía por donde le gustaba andar y ahora podía ir y parecería una coincidencia, tenía asegurada la invitación para el viernes.
Salió un poco apurada, fue caminando primero por la calle del río pero no estaba por allí, subió las escalinatas y empezó a ponerse nerviosa tenía una expectativa en el pecho reprimida, quería encontrarlo pero le asustaba que iba a encontrar, caminó más rápido, casi corriendo bajo por la avenida de los sauces, no lo encontró tampoco allí, fue a la tienda de antigüedades, pero la señora le dijo que hace un ratito se había ido, lo tenía, sabía que ahora iba por el parque y de allí a la calle de las palomas por eso más presurosa fue por el otro lado a la calle de las palomas, era muy inteligente, y ahora estaba sudando y muchos chicos quedaban mareados cuando iba pasando, algunos se desmayaron, es que aparte del nerviosismo hacía un calor terrible no había llovido hace meses y el sol calcinaba las calles de la ciudad.
Venia bajando ya más tranquila por la calle donde esperaba que estuviera y lo vio viniendo, mirando al suelo pensando en alguna tontería, su nerviosismo llegó al clímax pero era experta en controlarlo, solo el sudor era el problema aunque no tanto, porque no se le notaba ella sudaba en forma de vapor y le beneficiaba, he contado ya de las mágicas emanaciones de su cuerpo y ese miércoles a las tres con veinte minutos y veinte segundos, su etéreo sudor multiplicado al cien por sus rituales matutinos desgarraron los pulmones del chico “dark” cuando saludaron.

4 de junio de 2009

Gran apertura

Y he aqui otro proyecto en apariencia nuevo pero mucho más antiguo que la ventana, descuidado, por años pero jamás olvidado, aqui subiré mis escritos, cuentos y mi primera novela corta "aquella que nunca llega",por capitulos semanales, no se lo pierdan.

Dejando salir el escritor que hay en mi...

“Aquella que nunca llega” (introducción y cap 1)

“Aquella que nunca llega”

Introducción

Un esperado evento que te deja expectativas insatisfechas, “aquella que nunca llega... “ sensación frustrante como la del niño al que ofrecieron llevar al circo si se porta bien, pero que siempre posponen el día de ir, por más bueno que sea el guagua, y cuando por fin un domingo hay tiempo, van y encuentran un terreno vacío y un poco de aserrín donde antes se alzaba majestuosa la carpa

Si aquel Viernes no se hubiera portado como se esperaba de él, porque tenía la oportunidad, la lluvia era el ingrediente, media luz: el condimento y el baile: postre.

Siempre lamenta el no lanzarse cuando debe y no le sirve de nada, cada vez es lo mismo, con palabras de desprecio se mira al espejo, y se consuela con un “La próxima si”, no tenía que perder ese Viernes... maldita noche de noviembre, será que este mes carga con su tristeza a quienes mediocremente no saben de malicia, a veces la inocencia es perjudicial cuando la sumas a un refinada caballerosidad y una atracción creciente.

Las lagrimas femeninas son tan poderosamente conmovedoras para el hombre, pregúntenle a Sansón, él sabe bien lo que es perder toda la fuerza al ver correr por una delicada mejilla una brillante gota salada, lo sabemos todos, y ellas también, y hay aquellas que abusan de una de sus armas más eficaces, llegan a superar (las lagrimas) el más descarado gesto provocativo. Tenia postre y no se lo comió, prefirió un par de gotas saladas, cayó rendido presa del instinto de protección masculino, y quien podía adivinar la consecuencia, él mismo no lo previó. Tuvo que pasar todo un año para que lo entendiera.

Cáp. 1

“De lluvias extrañas. Lo dark y lo light y una escena de llanto”

Fue un sonado Viernes, anunciado por cada medio comunicativo posible, era para el cómo la primera vez, aunque de hecho conocía lugares más underground, fiestas más extrañas habían celebrado con personas menos familiares, en violentas danzas dejándose llevar del ambiente oscuro, de estrambóticas luces y extraterrenos sonidos, pero era la compañía hoy la que le tenia allí, en un sitio al que tal ves no hubiese ido nunca: un desconocido, tres parientes, dos mujeres de fácil sonrisa, un conocido, y una chica muy pálida, sobretodo por ella, contra su sombría filosofía se les unió.

Él era medio “dark” en ese entonces, aun lo es, pero ahora lo lleva más adentro, es “dark” para sí mismo donde verdaderamente importa; ¿Cómo defino “dark”? Hombre sombrío, de gustos declarada y generalmente en contra de la corriente común, de opinión filosófica y de peso, pero contradictoriamente se rodeaba de personas light (de opiniones livianas o sin opinión) así que diré (aunque talvez no sea la correcta definición) que él era “dark” por su obstinada posición anti-popular, tan impopular que buscaba no ser notorio con lo “dark” ni con lo light, pongámoslo más simple, él era una especie de persona normal, alejado de la superficialidad pero sin opiniones demasiado radicales y no debió estar en ese día, en ese lugar, ni con esa gente, solo por ese pálido rostro.

El lugar era grande había mucha gente (todos light) el paraíso de lo liviano, mucha ropa de moda, muchos celulares, peinados de dos libras de gel, perfume de yanbal, auspiciado por alguna boutique, metido allí empezó a arrepentirse.

Empezó a llover como no había llovido desde hacia meses, y lo que llovió fue cola rosa (es que era lo más light que podía llover) empezó como agua, si, pero las gotas empezaron a caer dulces poco a poco y el suelo luego se llenaba de la espuma del gas que contenía aquel diluvio, la verdad, con agua si hubiera sido un martirio, pero hasta el más “dark” cedía ante tal fenómeno: una lluvia de gaseosa al ritmo pegajoso de aquellos sonidos, sin olvidar a las dos mujeres de fácil sonrisa que le acompañaban, le hicieron olvidar de su arrepentimiento dejo de lado su escepticismo y se unió en los bailes bajo la persistente lluvia de liquido meloso a sus dos sonrientes acompañantes.

Eligió a una, sería su favorita esa noche, la menor de las dos mujeres risueñas, la más descarada, le seguía el juego aunque no despistaba a la chica pálida por la que se había metido en ese superficial evento, quería estar con ella pero no se atrevía, la menor de las dos sonrisas por otra parte le ofrecía un buen momento, él era un poco inexperto en lo que a conquista se refiere, por eso se dejaba llevar por las obvias provocaciones de esa sonrisa, no se atrevía a dar el paso siguiente con la pálida, era ingenuo en toda su sombría filosofía, pero no era problema eso con la chica sonriente, ella se estaba encargando de todo, parecía la noche ideal todo era jubilo nada más, y justo entonces, en medio de toda esa espumosa algarabía, unas gotas saladas chocaron con lo dulce que caía del cielo y resbalaron por las cadavéricas mejillas de la chica capaz de poner a ese “dark” dentro del evento del año, la chica pálida estaba llorando.